La historia de Mino Rimaldi y su incansable búsqueda del amor :

No sé si alguna vez en la vida uds. entenderán esto que ha sucedido..., yo por lo menos, pienso que no hay derecho, porque tampoco lo entiendo. Y eso que está claro como la luna, pero no la luna llena, sino esa con cachitos pa arriba. Esa sí que es simpática, porque parece carita, porque es flaca, porque no es llena, porque es casi invisible, y a mí me gusta, porque está lejos..............
¡¡¡¡¡yaaaaa!!!!!...¡¡¡está buenoooo!!!!...¡¡¡¡ya entendimos!!!!...(ay, bueno, perdón pues...que mal genio...)

En fin, el amor no le llegó nunca al pobre Mino, sino hasta que se convenció que se tenía que operar la care`sapo que se gastaba. Si hasta su mamá le ponía máscara cuando guagua, para que no se lo quitaran y lo tiraran pal zoológico. No, y ella también hacía lo suyo : se vendaba los ojos para no mirarlo mientras lo mudaba o le daba la comida, y muchas veces le puso pañales a una vecina y le dió sopa al lavaplatos, sin entender por qué la guagua se caía al suelo barraqueando.
Aah, pero todo eso forma parte del pasado. Hoy Mino luce feliz. Se hizo transplante de cara,(caro), metió a su mamá en una jaula y encontró a la mujer de sus sueños, que no quiso dar su nombre..., así que él no la puede llamar, pero ella lo llama seguido y salen a jugar al emboque u otros juegos típicos, como "corre corre cogotero" o el infaltable "yo te pego y vos gritai".